La Madre del Valle llevó su bendición a la comunidad educativa de las Mil Viviendas

La imagen peregrina llegó en la caravana de la fe

Una jornada especial vivió la comunidad educativa de la escuela secundaria Nº 6 Cacique Juan Chelemín y primaria Islas Malvinas, del barrio Libertador II (Mil Viviendas), con la visita de la imagen peregrina de la Virgen del Valle, en el marco de la preparación para las fiestas marianas de diciembre y del homenaje a las madres.

Durante la mañana del viernes 20 de octubre, la Sagrada Imagen partió desde el Santuario y Catedral Basílica en la caravana de la fe, que recorrió avenidas y calles de la ciudad capital, llevada en un móvil de los Bomberos Voluntarios y custodiada por efectivos de la Comisaría Sexta de la Policía de la Provincia. Ya en las instalaciones escolares, ubicadas en el corazón de este populoso barrio del sudoeste capitalino, fue recibida por directivos, docentes y alumnos, con las palabras de apertura a cargo de la directora de la escuela secundaria, Prof. Cristina Mansilla.

Luego se compartió un momento de oración y reflexión con la invocación religiosa del párroco, padre Héctor Salas, que dio paso a la presentación musical por parte del conjunto Las Cuerdas Mágicas.

En horas de la tarde, se proyectó un audiovisual sobre la Historia de la Virgen del Valle; se dio lectura a las producciones breves de los alumnos expresando sus sentimientos y pensamientos sobre la devoción a la Virgen, y se recitó el poema “Madre del Valle”, de la escritora catamarqueña Servanda Romero.

Por su parte, la agrupación Catamarca Danza, a cargo de Prof. Pepe Díaz, brindó una coreografía alusiva a la Madre Morena, cerrando este espacio cultural con la presentación musical del alumno Jairo Verón.

Como gesto solidario se donó una canasta de alimentos recolectados por alumnos, personal docente y administrativo del Nivel Básico, que serán destinados a las personas más necesitadas.

Como corolario de este día junto a la Virgen se llevó a cabo la peregrinación de la comunidad educativa, alrededor de la plaza Tinkunaku, que culminó en el templo parroquial San Pío X.