Un título gracioso para un documental con varias enseñanzas. Chuck Norris Vs Communism muestra como los controles de los gobiernos, por más inquisitivos que sean, siempre fallan ante las necesidades de las personas. Y quizás la enseñanza más profunda que nos deja este documental sea en realidad sobre el poder de la manipulación de los medios.
Para mirar en Netflix: https://www.netflix.com/title/80039422
Site oficial: http://www.chucknorrisvscommunism.co.uk/
En esos años (1965-1989), el gobierno Socialista de Rumania, controlaba absolutamente todos los videos, películas y canales de televisión que se emitían en el país. En ese escenario, una simple y aparentemente inofensiva película ilegal en VHS pudo significar el final de la Rumania Socialista.
Durante esos años, EEUU era una potencia mundial en producción de films cinematográficos. Chuck Norris vivía el auge de sus películas de acción junto con Arnold Schwarzenegger, Sylvester stallone, Jean Claude Van Damme y muchos otros. Grandes músculos, héroes de guerra, explosiones, consumismo, grandes autos y enormes mansiones eran algunas de las imágenes que cautivaron (y cautivan) al público desprevenido, pero sobre todo, la creciente economía y estilo de vida de los norteamericanos, eran algunas de las principales postales deslumbrantes.
La revolución Rumana se hizo realidad en diciembre de 1989 con una serie de conflictos y enfrentamientos sociales que condujeron al abandono y huida del dictador Nicolae CeauČescu hacia TârgoviĹte, donde fue capturado junto a su esposa. Posteriormente fue enjuiciado por un tribunal militar y ejecutado el 25 de diciembre de 1989.
Rumania fue el único país del bloque del Este donde la transición desde el Estado socialista a uno de mercado implicó la ejecución de los líderes del país.
Rumania se convierte así en un testigo más de la manipulación, o mejor dicho, del efecto de los medios en el pensamiento humano.
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