La cumbre en Moreno expuso la frágil unidad del peronismo y las profundas diferencias con Kicillof
NACIONALES 10/12/2024Redacción Primeras líneasLa unidad que se buscó mostrar en Moreno está incompleta. La foto de los nombres propios más importantes del peronismo generó la sensación de que la estructura política está firme aunque tenga fisuras. Pero, en principio, parece ser solo una sensación. Axel Kicillof, al que todos miran de reojo desde hace un tiempo, no firmó la paz en el municipio que gobierna Mariel Fernández, una de las figuras en ascenso dentro del mundo kirchnerista.
“Fue un acto vacío, que no dejó nada. Una foto sin contenido. No le vamos a ganar a Milei con fotos”. Así de clara y consistente fue la definición de un funcionario bonaerense muy cercano al Gobernador. Un contraste marcado y absoluto con las conclusiones que dejaron saber desde el cristinismo y el massismo, donde resaltaron la posibilidad de encontrarse para discutir la situación nacional, provincial e interna que vive el peronismo.
En La Plata están convencidos que la reunión de unidad fue una puesta en escena que sirvió de poco. Lo sintieron como una jugada política más de la interna que protagonizan con el ala dura del kirchnerismo. “Todo esto es penoso”, expresó un dirigente de estrecha relación con Kicillof, al que lo convocaron a una reunión el mismo día que él había organizado un encuentro en San Martín para disparar contra Javier Milei en su primer año de mandato. Coindicencias que no son coincidencias.
Durante todo el fin de semana el kicillofismo mantuvo reserva sobre lo que haría el Gobernador. Fue el propio Kicillof el que en la mañana de ayer, durante una conferencia de prensa, confirmó que iba a estar en el encuentro al que también asistieron Sergio Massa, Cristina y Máximo Kirchner. No faltaron sonrisas entre esos tres socios que mantienen sus diferencias con el mandatario provincial, aunque en distintos grados. Es la línea interna de unidad más fuerte que tiene el peronismo.
“Fue una reunión muy superficial. Cada uno dio un discurso para sacarse de encima el encuentro”, precisó otro dirigente que juega cerca del armado kicillofista y lleva varios meses acumulando enojo con el kirchnerismo. Y agregó: “No hubo nada de contenido”. Las definiciones hablan por sí solas. No hay unidad, solo amontonamiento. Al menos, por ahora. El futuro inmediato es una incógnita pero las señales del presentes son bastante elocuentes sobre la dificultad de lograr un acuerdo político sólido.
En el armado político de Kicillof aseguran que la foto de ayer “no sirvió”, que se “sobreactuó la unidad” y que la reunión estuvo organizada con una rapidez inusitada y sin acuerdo previo. Easa situación es desmentida por La Cámpora, donde aseguran que previo al encuentro de ayer hubo comunicaciones cruzadas con el Gobernador. Los pases de facturas son interminables. No hay acuerdo. No hay consenso.
Un nombre propio de mucho peso en el esquema del economista utilizó una sola definición para hacer volar por los aires la endeble unidad de la foto. “Fue una convocatoria precipitada, sin consenso, impuesta y guionada. Lo de siempre. Así no va más”, aseguró. Sin margen a la duda o al error de interpretación. En la gobernación bonaerense la reunión de ayer no gustó nada. Nada de nada.
Las diferencias que existen en el corazón del kirchnerismo no se solucionan con una reunión de cuatro horas en Moreno. Así como no se pudieron solucionar con una reunión de tres horas entre Cristina Kirchner y Axel Kicillof, que no llegó a buen puerto. No se soluciona con fotos, ni con declaraciones. No se soluciona con treguas semanales ni con mensajes indirectos. El tiempo pasa y las diferencias no se solucionan.
Cerca de Kicillof advierten que la intención fue “marcarle la cancha a Axel” y que hay “mucho apuro” por empezar a definir parte de la estrategia a nivel nacional. La sensación de que el kirchnerismo buscó mostrarle ciertos límites al Gobernador está atada a una intervención de CFK, en la que cuestionó la posibilidad de desdoblar la elección bonaerense de la nacional, variable que es analizada por Kicillof y su esquema político.
En el cristinismo creen que desdoblar la elección es “quitarle el foco a Milei y sus políticas” y que al peronismo “no le fue bien cuando se desdobló”. Hacen alusión a la última elección, en la que el 90% de las provincias adelantaron sus comicios ejecutivos y, entre ellas, muchas peronistas. Sergio Massa planteó en la reunión de ayer lo que hace tiempo considera y es que si algunas provincias del norte no habrían desdoblado, su candidatura presidencial hubiese estado más cerca de lograr la victoria.
El líder del Frente Renovador insistió en la necesidad de que las internas se diriman hacia dentro del espacio y no a la luz del sol. No quiere quedar atrapado entre tantos resqueremos del kirchnerismo, pero no podrá escaparse de la conflictiva dinámica interna de Unión por la Patria. Massa quiere empezar a discutir la estrategia nacional para las ocho provincias que eligen senadores. El año electoral está cerca de arrancar, pero la interna traba las proyecciones del peronismo afuera de los límites bonaerenses.
En La Plata llevan varios días dejando saber que tiene la voluntad de que todos los actores que se sentaron ayer, se reúnan en forma privada a discutir cómo será el proceso electoral bonaerense. El desdoblamiento, las PASO y la boleta única papel. Determinaciones que hay que tomar. Pero con el paso del tiempo y las rencillas internas, empiezan a apareces señales de fastidio y agotamiento. “No hay vocación del espacio por debatir el desdoblamiento. No tienen estrategia. Solo quieren joder”, advirtieron en un mensaje fue de la gobernación a las entrañas camporistas y las oficinas del Instituto Patria.
En el final del encuentro en Moreno la ex presidenta hizo alusión, sin nombrarlo, a una expresión que tuvo Andrés “Cuervo” Larroque en una entrevista que brindó la semana pasada. “A Kicillof hay que cuidarlo y fortalecerlo, uno quiere ver a Cristina Kirchner bancando a Axel”, sostuvo. CFK fue tajante: “Algunos me piden que apoye a Axel, cuando siempre lo apoyé”.