Corea del Norte muestra poderío lanzando un misil antes de la cumbre Trump y Kim Jong-un

INTERNACIONALES22/10/2025Redacción Primeras líneasRedacción Primeras líneas
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A solo días de la Conferencia Económica Asia-Pacífico (APEC), que reunirá en Corea del Sur a líderes mundiales como Donald Trump y Xi Jinping, Corea del Norte volvió a desafiar las advertencias internacionales al lanzar este miércoles un misil balístico hacia el mar del Este (Mar de Japón).

El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur confirmó el lanzamiento, aunque evitó dar detalles sobre la distancia recorrida o el tipo de proyectil utilizado. Según medios locales, el misil cayó dentro de las aguas jurisdiccionales surcoreanas, lo que encendió nuevas alarmas en Seúl y en la comunidad internacional.

 

 
El momento elegido por Pyongyang no es casual. El disparo se produjo pocos días antes de una cumbre en la ciudad surcoreana de Gyeongju, donde se espera la participación de Donald Trump, Xi Jinping y otros mandatarios del bloque Asia-Pacífico. Las expectativas internacionales están centradas en un posible encuentro entre el exmandatario estadounidense y el líder norcoreano Kim Jong-un, quienes ya mantuvieron tres reuniones durante el primer mandato de Trump.

El propio expresidente estadounidense adelantó que busca "reanudar el diálogo" con Kim, mientras que el régimen norcoreano, si bien se mostró dispuesto a conversar, reiteró que no renunciará a su arsenal nuclear "bajo ninguna circunstancia".

Una demostración de poder en el escenario global

El nuevo lanzamiento ocurre tras una serie de gestos con los que Kim Jong-un ha intentado reforzar su imagen internacional. A principios de mes, el líder norcoreano encabezó un desfile militar en Pyongyang para conmemorar el 80° aniversario del gobernante Partido de los Trabajadores. Durante el evento, mostró un nuevo misil de largo alcance ante la presencia de delegaciones de China, Rusia y otros aliados.

La ceremonia no solo sirvió para exhibir los avances militares del régimen, sino también para consolidar la posición diplomática de Kim, que en los últimos meses se mostró junto al presidente chino Xi Jinping y el ruso Vladímir Putin en distintos actos públicos, evidenciando un acercamiento estratégico con ambas potencias.

 
En su discurso, Kim reafirmó que el estatus nuclear de Corea del Norte es "irreversible" y que no lo cambiará a cambio del levantamiento de sanciones. "Nunca habrá desnuclearización para nosotros", sentenció el mandatario, ratificando el rumbo desafiante de su política militar.

Trump y Kim: una relación marcada por la tensión y los gestos

Entre 2018 y 2019, Kim Jong-un y Donald Trump mantuvieron tres encuentros históricos. La administración estadounidense buscaba reducir tensiones y avanzar hacia la desnuclearización de la península, mientras que Corea del Norte pretendía un alivio de las sanciones internacionales.

 
Durante aquellas negociaciones, Pyongyang propuso desmantelar parcialmente sus instalaciones nucleares a cambio del levantamiento de sanciones que limitan sus exportaciones de carbón, hierro, textiles y productos pesqueros. Sin embargo, las conversaciones se estancaron sin alcanzar acuerdos concretos sobre el calendario ni las condiciones del desarme.

En septiembre pasado, Kim aseguró conservar "buenos recuerdos" de su vínculo con Trump y expresó su disposición a reencontrarse, siempre que Washington deje de insistir en el desmantelamiento total del arsenal norcoreano. Por su parte, el expresidente estadounidense, que en 2019 se convirtió en el primer mandatario de su país en pisar territorio norcoreano, reiteró su voluntad de reabrir el diálogo.

Un clima regional cada vez más tenso

Las relaciones entre las dos Coreas atraviesan su punto más delicado en los últimos años. En agosto pasado, Pyongyang acusó a Seúl de "provocaciones peligrosas" luego de que tropas surcoreanas efectuaran disparos de advertencia frente a soldados norcoreanos que instalaban barreras en la frontera.

Semanas después, Corea del Sur y Estados Unidos iniciaron maniobras militares conjuntas a gran escala, que fueron calificadas por el régimen del norte como "una muestra de hostilidad". En respuesta, Kim prometió acelerar el desarrollo de su programa nuclear, consolidando un escenario de creciente inestabilidad.

 
El lanzamiento del nuevo misil balístico, en vísperas de la cumbre Asia-Pacífico, representa así un nuevo recordatorio del poder de fuego norcoreano y una advertencia sobre las dificultades que enfrentan los esfuerzos diplomáticos para retomar el diálogo en la región.

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