Alrededor de las 9.15 se inició la caminata precedida por la imagen de Cristo Crucificado por calle San Martín hasta el Paseo de la Fe, donde se celebró la Santa Misa, presidida por el obispo diocesano, Mons. Luis Urbanc, y concelebrada por la casi totalidad de los sacerdotes que sirven pastoralmente en la Diócesis de Catamarca.
Escuela para el Diaconado
Al comienzo de la ceremonia litúrgica, el padre Diego Manzaraz, canciller y secretario general de la curia diocesana, dio lectura al decreto mediante el cual se crea en la Diócesis de Catamarca la Escuela para el Diaconado Permanente “San Lorenzo, diácono”, que fue presentada en el marco de este día especial.
Homilía
En su homilía, el obispo Urbanc agradeció a cada uno de los fieles que llegaron con sus párrocos y los exhortó a que sean “comunidades vivas, fraternas, evangelizadoras donde se hace presente cada día el misterio del amor de Dios, que se celebra en la Eucaristía. Toda la diócesis que hoy peregrina y celebra el Jubileo de los 2025 años de la venida del Hijo de Dios a este mundo para salvarnos de nuestros pecados”, resaltó.
Luego agregó que esta celebración la hacemos “en el marco de la gran acción de gracias porque la Santísima Virgen María en su advocación del Valle, puesta a los pies de su Hijo Jesús, intercedió hace 21 años para que esta Catamarca no se desplomara. Y nosotros, como hijos agradecidos, queremos transmitir a todos aquellos que no han vivido en ese tiempo sepan que hay un pueblo que no se olvida que Dios está presente, que María nos cubre con su manto”.
Antes de la bendición final, toda la asamblea reunida en torno a la Eucaristía se consagró a la Madre del Valle y se rogó por las vocaciones sacerdotales. Posteriormente, el Obispo abrió la Puerta Santa y comenzó el ingreso de los peregrinos para recibir la indulgencia plenaria que concede la Iglesia en este Año Jubilar. Con mucha emoción fue despedida la imagen de la Virgen del Valle, que volvió al Camarín que la resguarda durante todo el año.