Rafael Toledo presentó en Santa María “Patriarcas del Folklore Argentino”

Homenaje a Carlos y Manuel Acosta Villafañe.

CULTURA 30/05/2023 Redacción

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El jueves 25 de mayo en Santa María, corazón de los valles calchaquíes, se vivió una velada patria muy particular.

En el Complejo Turístico El Mirador,  un sitio alto de la ciudad, desde donde se domina la hondura del valle y las montañas pinceladas de terracotas, naranjas, rojos, tuvo lugar un homenaje a los hermanos Manuel y Carlos Acosta Villafañe. “Patriarcas del folclore nacional”: así se denominó el evento todo y la charla con la que se le dio inicio, a cargo del cantor e investigador folclórico Rafael Toledo. Con imágenes, muchas en sepia, de tapas de discos de la compañía RCA Víctor (la del perrito), de programas de actuaciones en estudios de radio y en los principales teatros del país, de partituras y fotografías incunables, el disertante dio cuenta de la importancia del Dúo Calchaquí, que desde los primeros años de la década del 20 dominó la escena musical argentina.

Andrés Chazarreta había llegado al Colón. Nombres como el de Hilario Cuadros o el del longevo Vitillo Abalos fueron algunos de los de aquella camada de grandes precursores de la música de proyección folklórica en nuestro país. Y desde Catamarca le pusieron su sello particular estos dos hermanos vallistos que compusieron más de un centenar de canciones: zambas, chacareras, valses en un sinnúmero de registros; compusieron incluso música de películas. La charla fue desgranando la historia de este dúo y su influencia en la música nacional. Fueron los precursores de música y tradiciones que llegaban desde Argentina adentro. Yupanqui jovencito fue guitarrista de los Acosta Villafañe, y el mismo cantor, filósofo y trashumante propuso que el escenario de Cosquín, en vez de su nombre, debía llevar el de Manuel Acosta Villafañe, por el peso de su obra y trayectoria.

El público asistente se identificaba con el orador a medida que éste iba recorriendo con enorme didáctica la trayectoria del dúo Calchaquí.

La noche tuvo un momento especial y emotivo cuando luego de la charla se homenajeó a Eusebio Mamaní, oriundo de Fuerte Quemado, cantor vallisto que tomó su caja y entregó coplas llenas de sabiduría y picaresca .

Mamaní, de 88 años, desempeñó tareas rurales, enseñó a tallar la madera a niños de la escuela de su pueblo y es un representante genuino del canto ancestral, sin aspavientos. Su arte no es for export, sino que muestra flecos de una cosmovisión que aún pervive, donde el hombre no reina sobre la naturaleza, sino que es parte indisoluble de la misma. Minutos antes se había entregado una distinción a María Victoria, hija de Carlos Acosta Villafañe. Este decidió volver pronto a Santa María y enseñó los nobles oficios de labrar la tierra, comidas típicas, a enseñar el arte de tocar la guitarra y danzas criollas; siendo él mismo creador de algunas como El suri o El guardamonte.

La velada se coronó con Rafael Toledo cantando una decena de temas de los hermanos Acosta Villafañe, en versiones originalísimas acompañadas del teclado y acordeón a piano de Quique Loyola y la percusión de Alberto Villafañe. Bailarines del ballet Yawar Waina bailaron el Suri y otras coreografías creadas por Acosta Villafañe, demostrando la calidad y la destreza de una agrupación que siempre se destaca. Al final la fiesta se coronó con lecturas de los presentes de poemas, muchos que aludían a estos patriarcas santamarianos, no faltó quien cantará a capella y a la manera como le había enseñado don Carlos. Casi un centenar de personas cantaron, sintieron (los más viejos) nostalgia amable de tiempos idos, y los jóvenes registraron muchos instantes a través de las cámaras de sus celulares. Un acto lleno de emoción y donde una pizca del ser santamariano se encendió a través del homenaje a dos de sus hijos, que legaron tanto a la cultura de la región. Al final mientras Marcela de la UNCA ofrecía café se desgastaron unas colaciones de algarroba, se trata de vainas caramelizadas envueltas en celofán con una escarapelita en el borde, una delicia de Rosita Pastrana.

El evento fue organizado por la delegación de la Universidad de Catamarca y el grupo de artistas “La madre del viento” y apoyo del municipio local.

Esa misma noche, más tarde, en Off Road Moto Bar, el artista despuntó sus canciones, acompañado en la guitarra por el músico por excelencia “Yaro Carrera quien, a pesar de no haber tocado nunca con Toledo, amalgamaron su arte, él con sus acordes, Rafael con su inconmensurable voz.

A ellos, se sumaron otros artistas que habían llegado para disfrutar de la presentación de Toledo. Alejandro Rodríguez interpretó canciones del folklore nacional, varias en homenaje a Santa María y la región. También se sumó Gerardo “Bomba” Quiróz, un tucumano amante del valle quien, con su prodigiosa voz, al igual que sus virtuosos colegas, captó la atención y el aplauso de todos los presentes.

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